Se hace tremendamente necesario, especialmente en épocas de encierro y aislamiento obligatorio, la incursión en variadas experiencias artísticas. El arte, como la comunicación, es un impulso humano, una pulsión que reafirma nuestra existencia, que nos vuelve sujetos de acción, pensantes y creadores. Se trata de hacer de lo interno (emociones) algo externo. El arte funciona como canal de liberación en muchos sentidos: nos permite buscar nuevos lenguajes para expresar lo que nos pasa, incrementa nuestra autovaloración y nos permite mirarnos en nuestra obra como en un espejo, también es autoconocimiento.
Esta propuesta está pensada como un acompañamiento amoroso y flexible en vías de la propia expresión, un aporte alegre a la calidad de vida de las personas a través de la experimentación artística para todas las personas. Leer, dibujar, escribir, escuchar, cantar, bailar e incluso actuar, son actividades posibles que se adaptan a cualquier contexto personal, dentro de un ambiente relajado, amigable, de confianza; no exigente sino abierto al aprendizaje y libre de prejuicios. Un espacio de disfrute de las infinitas posibilidades de la creación artística en que se propician emociones positivas, incluyendo también ejercicios de relajación como imaginerías, entre otras.
Este enfoque (artístico – pedagógico – psicológico) busca cruces entre las disciplinas artísticas -dado que lo que se escribe ya se pintó antes en la mente y lo escrito puede ser canción- a fin de lograr una estimulación interesante de los sentidos y lo emocional hacia la creación.
Contamos con profesionales capacitados que brindan esta prestación.
